miércoles, 29 de junio de 2016

EL GATITO QUE PRESUMIA DE SU LARGAS UÑAS

Había una vez un gatito que vivía con sus amigos en la parte trasera de un supermercado, todos estaban bastante gorditos, y es que al cerrar la tienda les dejaban en un platito mucha comida que se iba a poner mala y ya no se podía vender.
El gatito del que hablamos se llamaba Zuri, era totalmente blanco y tenía unos ojos muy azules, muy azules…, no era muy rápido corriendo pero si trepando,  era el que mas alto trepaba de los árboles a pesar de su triporra.
Y era el que mas trepaba gracias a sus uñas, Si,  tenía las uñas mas largas de todos los gatos, así que a veces incluso a veces les quitaba la comida a otros gatos y trepaba hasta lo alto de un gran árbol, donde ningún otro gatito le podía alcanzar, el se reía mucho para a los demás no les hacía ninguna gracia, era una broma pesada.
Un día apareció un perro, muy grande buscando también la comida que sacaban desde el supermercado, los gatitos lo miraron con miedo y corrieron a esconderse detrás de los arbustos.
El perro que era muy grande olisqueó, y vio el platito de comida, gruñendo hacia donde estaban los gatitos mirando muy asustados. Cuando terminó de comer se sentó allí mismo a descansar, por lo que los gatitos no podía salir de su escondite, el perro les miraba y se reía.
En ese momento pasó un niño, Erlantz, que estaba paseando a un perrito bueno, para que hiciera cacas, vio al perro tumbado y enseguida se dio cuenta de lo que estaba haciendo, no dejaba salir a los gatitos.
*- Fuera de aquí.- le gritó, y el perro se fue corriendo con el rabo entre las patas
Todos los gatitos salieron corriendo de su escondite y fueron a dar las gracias al niño
El gatito blanco Zuri, levantaba las patitas para que el niño lo cogiera
*- Oh!, que gatito mas bonito, cómo me gustaría que te vinieras a vivir conmigo

*- Miauuuu, miauuuu.- lo que quería decir que a él también le gustaría ir
Erlantz  metió al gatito debajo de su jersey, y lo llevó a su  casa a escondidas porque no quería que su madre le viera, no le dejaba tener gatos, decía que  con un perro y dos pájaros ya era suficiente.
El perrito no estaba muy contento porque ahora el niño le haría mas mimitos al gato que a él, pero como era muy bueno no se enfadó.
Cuando llegó la hora de cenar, Erlantz escondió un poco de carne en una servilleta de papel y se la llevó al gatito que tenía escondido en su armario, de momento todo iba bien, mamá no se había dado cuenta de nada
A la mañana siguiente cuando se despertó el niño, notó un olor desagradable, ¿qué era eso?, se levantó, y vio que el gato había hecho pis y cacas en la alfombra
*- Oh, no!!!, y ¿ahora qué hago yo?
*- A desayunar!!.- su mamá le llamaba, si abría la puerta de su dormitorio notaría el olor, vería las cacas y se enfadaría muchísimo, tenía que limpiarlo y esconder al gato.
Recogió como pudo y abrió la ventana para que se fuera el olor, estaba enfadado con el gato, ¿porqué no le había dicho nada?, cuando su perro tenía que hacer cacas le gemía para que supiera lo que necesitaba.
Metió al gato en el armario y fue a desayunar, mientras tomaba los cereales con su madre, oyeron un extraño ruidito, risss, riiisss, era como si  alguien estuviera rayando algo, y el ruido venía de su cuarto. Su madre se levantó rápidamente y fu hasta el armario de su cuarto a ver qué pasaba
*- No, no.- gritó Erlantz , poniendo se delante de la puerta, no es nada, ya lo miro yo
*- ¿Qué tienes ahí dentro?, no será un animalito, ¿no?, quita de en medio y abre la puerta, por favor
Erlantz se apartó con la cabeza baja, abrió la puerta, y del armario salió de un salto el gatito blanco.
Su madre dio un grito de sorpresa:
*- Pero qué es esto?
*- Es que tenía hambre y frío……..
*- No lo creo, estos gatos viven muy bien en la calle, y ¿a qué huele?, y mira como está esa alfombra de rota, la ha rayado entera con sus uñas!!!
El gatito sonreía satisfecho, sí, él tenía las uñas mas largas de toda la zona y consideró que era muy divertido jugar con ellas en la alfombra, pero había sido una broma demasiado pesada, y mamá no iba a admitirlo.
Erlantz, miró al suelo y las lágrimas empezaron a salir, y a mamá le dio pena
*- Está bien , te lo podrás quedar, pero pero tu le vas a enseñar a hacer pis y cacas en la terraza, y lo vamos a llevar al veterinario para que le corte las uñas y no pueda destrozar la alfombra
El gatito blanco abrió los ojos horrorizado, sus uñas, sus maravillosas uñas, intentó huir pero mamá lo metió en una caja de cartón y le llevaron al veterinario donde le cortaron las uñas. El gatito se quedó muy triste, pero aprendió la lección,  y decidió que nunca mas iba a utilizar las uñas ni para quitar la comida a sua amiguitos, ni para gastar ninguna broma pesada a nadie. Cuando le volvieran a crecer las utilizaría bien, sin molestar a nadie.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado

lunes, 27 de junio de 2016

EL RELOJ DE CUCO

Había una vez en un pequeño pueblo vivía una señora mayor, una abuelita en una casa ella sola con algunos animalitos. Tenía dos perros a los que llevaba todos los días a la playa , tenía también dos gatitos, uno blanco y uno negro, que solían jugar en el jardín, y tenía también dos pequeños periquitos que cantaban en su jaula y de vez en cuando salían a volar alrededor de la casa.
La señora tenía un nieto, que solía ir a visitarla y los dos veían una película mientras comían dibujos animados.
Un día se puso en el pueblo un mercadillo de cosas antiguas, había puestos que vendían mesas, y sillas antiguas muy bonitas, otros vendían monedas antiguas, otros lámparas, vajillas, todo antiguo.
El nieto de la señora que se llamaba Erlantz, estaba paseando por el mercadillo cuando vió algo que le llamó la atención, era un reloj de cuco antiguo, de madera, con una puertita redonda y roja por donde salía un pajarito y cantaba cada vez que daban las horas puntas.


El reloj le encantó a Erlantz, y dentro de poco iba a ser el cumpleaños de su abuela, miró en el bolsillo y vio que tenía varias monedas, qué bien!, se lo regalaría a su abuela.
Se lo llevó a casa, lo sacó de la bolsa y lo dejó encima de su mesita escritorio para limpiarlo bien antes de regalárselo a la abuela, y se fue a cenar
Cuando volvió a su cuarto, había algo diferente en el reloj, había cambiado de sitio, y estaba puesto mirando hacia la ventana
*- Que raro .- pensó Erlantz.- yo creo que lo pues mirando hacia la puerta. Bueno, no pasa nada, lo limpiaré bien con un trapito
Y eso hizo , lo limpió bien, bien, lo dejó encima de la mesa mirando hacia su cama y se fue a dormir.
Cuando se despertó se quedó mu sorprendido, el reloj volvía a estar mirando por la ventana. Le preguntó a su madre, pero ella no había tocado nada.
Se sentó en su escritorio después de desayunar, y empezó a manipular al relos, abrió la portezuela y miró el pajarito, era muy parecido a los periquitos de la abuela, lo limpió un poco pues tenía polvo, miró por todas partes, pero no tenía nada raro, así que le dio cuerda y lo envolvió en papel de regalo. Se vistió y muy contento, con el reloj de cuco debajo del brazo se dirigió a casa de su abuela, era su cumpleaños.
*- Abuelita, abuelita.- gritó.- Felicidades
*- Gracias  Erlantz, ven y prueba la tarta de chocolate que estoy haciendo para la fiesta de  esta tarde.
*- Buaaa.. chaval!!! Está buenísima abuelita, toma te he traído un regalo
La abuelita abrió entusiasmada el regalo
*- Ala!!! Un reloj de cuco antiguo, Erlantz, que chulada, muchas gracias, justo lo que quería. Mira lo colgaré en esta pared, mirando a la mesa, y escucharé al pájaro dando las horas todos lo días
*- Abuela, yo creo que el pajarito prefiere estar mirando por la ventana
*- Que cosas dices Erlanta, es un muñeco , no es un pájaro de verdad
*- Lo sé abuela, pero de verdad, creo que prefiere mirar por la ventana
La abuela sonrió, no le costaba nada dar la vuelta al reloj, así que lo puso mirando por la ventana
Había llegado ya la hora de que Erlantz se fuera a casa, así que le dio un beso a la abuelita y se marchó, cuando pasó al lado del reloj de cuco , de repente se abrió la puertita del reloj y el pajarito salió, le miró , le giñó un ojo y hablo
*- Gracias Erlantz


Y colorín colorado…, este cuento se ha acabado

miércoles, 22 de junio de 2016

ERLANTZ Y LOS CUENTOS DE LA BIBIOTECA

Había una vez un niño al que le gustaba mucho leer, siempre le estaba pidiendo a su madre que le contara nuevos cuentos.
Un día su mamá le llevó a la biblioteca del pueblo, Erlantz vio todos los estantes llenos de libros, desde el suelo hasta el techo. Allí había cientos de libros.
Había en el centro de la sala varias mesas donde los niños cogían libros y se sentaban allí a leer.


*- Bueno Erlantz, te dejo aquí dos horas, ya sabes que no debes hacer ruido para que todo el mundo pueda leer su propio libro.  Luego vengo a recogerte
Erlantz fue mirando todas las estanterías  donde los libros estaban ordenados. A un lado estaban los libros de animalitos, en la parte de abajo estaban los cuentos, en otro lado los libros de miedo, en otro los libros de escuela,…..
Erlantz no se lo pensó dos veces y fue mirando los libros de animalitos, cogió uno que tenía una foto de un elefante en un lago, y otro en el que varios monos estaban colgados de los árboles.Se sentó en la mesa y abrió el libro.
Estaba lleno de dibujos de animales en la selva, elefantes, rinocerontes, cocodrilos… Todos los animales parecían estar contentos comiendo  y disfrutando del sol
Pasó la página, allí aparecía un cocodrilo abriendo bien la boca y a punto de comerse a un conejito blanco que se tapaba la cara con las patitas delanteras.
Erlantz pensó que el dibujo parecía muy real, parecía que el conejito le estaba mirando con los ojos muy asustado, y de repente Erlantz escuchó unos grititos muy bajitos:
*- Erlantz, socorrro, ayúdame!!!
Erlantz dio un salto atrás
*- ¿Qué ha sido eso?
*- Soy yo, el conejito, si no me ayudas el cocodrilo me comerá, por favor!!!
Erlantz no se podía creer que el cuento le estará hablando pero contestó en voz bajita:
*- Qué quieres que haga?
*- Dame la mano, por favor…
Erlantz puso su mano encima de la patita del conejo y de repente con un silbido extraño, fue tragado por el libro. Erlantz miró a su alrededor, estab dentro del libro, agarando al conejito y frente a él el cocodrilo le miraba muy enfadado
*- De donde sales tu,? Preguntó muy enfadado,.- si no te quitas de en medio te comeré a ti además de comer al conejo.
Erlantz temblaba de miedo y miró a su alrededor, buscando el sitio por donde había entrado en el cuento. Lo vio enseguida, era una especie de puerta de colores parecido al arcoiris Agarró con fuerza la patita del conejo, y saltó hacia la puerta de colores, la cual se abrió y cayó de cabeza en el suelo de la biblioteca con el conejo agarrado y haciendo un gran ruido.
Desde otra mesa el cuidador de la biblioteca dijo:
*- Ssssshhh!! Silencio por favor!
Erlantz se levantó todavía agarrando el conejo que le lamía y le hacía mimitos agradecido por haberle sacado del cuento. No comprendía cómo había pasado aquello, sin duda tenía que ser un libro mágico.
Se sentó con el conejito sobre sus piernas y muy nervioso abrió el libro de los monos, a ver que pasaba.
Fue pasando páginas, los monos jugaban a saltar de rama en rama, en otra página un monito bebe se había caído del árbol donde estaba su mamá y lloraba.La siguiente página, un león agachado miraba al monito bebe mientras se relamía pensando lo rico que iba a estar al comérselo.
Erlantz midió la distancia, seguro que le daría tiempo…, apoyó la mano sobre el bebe´ monito y seguidamente estaba dentro del libro agarrando al monito con fuerza. El león se levantó de un salto y echó a correr muerto de miedo, pero luego se lo pensó mejor, si solo era un niño…., se dio la vuelta y sonrio, se lo comería también a él. Pero estaba muy lejos, cuando Erlantz vio que le iba a atacar dio un sala a la puerta de colores con el bebé monito en brazos.
Volvió a aterrizar en el suelo de la biblioteca, y el señor encargado volvió a mandarle callar.


Se sentó en la silla, ¿Qué iba a hacer ahora con un bebé mono y un conejito?, oyó pasos detrás suyo, era mamá que venía a recogerle.
Rápidamente metió a los dos animalitos en su mochila, de momento se los llevaría a casa, seguro que podría tenerlos escondidos una temporada sin que los viera mamá, luego ya pensaría algo
*- Hola Erlantz, nos vamos?, anda guarda los libros en su sitio que tenemos qu irnos a casa. Te lo has pasado bien?
*- Me lo he pasado fenomenal mamí, quiero venir todos los días
*- Vale, me alegro, pues te traerá cada día a la salida de la escuela
Dentro de la bolsa el conejito y el monito, sonreían muy contentos

Y colorín colorado….., este cuento se ha acabado


martes, 21 de junio de 2016

EL PUEBLO DONDE TODOS LOS ANIMALES LADRABAN

Había una vez un pueblo donde todos los animalitos que había ladraban como los perritos. Cada animal siempre se había comunicado en su propio lenguaje; las vacas mugían , los caballos relinchaban…, pero una noche de luna llena no se sabe porqué todo cambió. Al despertarse todos los animalitos ladraban
Los gatos ladraban, las gallinas ladraban, los caballos ladraban, hasta las ranas ladraban. Los habitantes de ese pueblo estaban muy preocupados por sus animales, ¿cómo es que se les había olvidado su propio lenguaje?
Llamaron a todos los veterinarios que conocían, pero nadie encontró la causa de los ladridos.
Decidieron llevar animalitos del pueblo de al lado, para que hablaran con los suyos en su lenguaje. Así llevaron tres gallinas al gallinero. Las recién llegadas les hablaron:
*- Coooc cococ coc cococo
Pero las gallinas del pueblo respondieron:
*- Guau, guau, guau
Las gallinas del pueblo de al lado , se dieron un susto enorme y se fueron corriendo y moviendo las alas, gritando sin parar hasta que llegaron a su casas
Un día llegó al pueblo un forastero que había oído hablar del misterioso modo de hablar de todos los animales. Les escuchó y después se dirigió a la casa del Alcalde, ya que es el que mas manda en el pueblo.
*- Hola, me llamo Gary y soy experto en animales. He trabajado con todo tipo de animales y entiendo el lenguaje de la mayoría de ellos. Creo que puedo ayudaros con vuestro problemilla. Ahora bien, como premio quiero que me regaléis una casita, pues me gustaría quedarme a vivir aquí y tener mi propia granja
El alcalde estuvo de acuerdo, y como había varias casitas vacías en el pueblo le dejaron elegir una.
Gary se dirigió primero a los perros, les llamó con una especie de aullido. Todos los perros del pueblo corrieron hacia él y se sentaron delante suyo. Gary empezó a hacer ruidos raros con la boca, eran como pequeños gruñidos.


La gente del pueblo le miraba sorprendido, estaba hablando con los perros!
Cuando terminó de hablar los perros se fueron cada uno a un sitio distinto, cada uno fue a la búsqueda de un animal diferente, el pastor alemán se dirigió hacia los caballos y ladeando la cabeza empezó a emitir gruñidos y pequeños ladridos, los caballos le escuchaban con atención, y de vez en cuando ladraban también ellos.
Lo mismo estaba pasando en el río con los patos, donde dos perros se empeñaban en explicarles algo, moviendo mucho la cola.
También fueron donde las vacas, que miraban al pequeño perrito blanco y negro como ellas explicándoles algo, y mientras ladraba daba saltitos con las 4 patas.
Al cabo de un buen rato fueron todos los perros otra vez hasta donde estaba Gary y se sentaron esta vez detrás de él. Gary también se sentó en el suelo y esperó. Pasó el tiempo y seguían sentados Gary con los perros cuando llegó la noche.
Unas señora vecina se acercó y les dio una manta, por si tenían frío.
Pasó el tiempo, ya estaba amaneciendo, cuando se acercó despacito hacia Gary una cabritilla, después otra, y otra, y todas se iban sentando en el suelo delante de Gary. Luego llegaron los caballos, las vacas, las ovejas y por último las gallinas.
Se estaba haciendo de día, la luna estaba a punto de irse, debían de darse prisa pues era necesaria para sus propósitos que aún estuviera la luna.
Gary se levantó y señaló a la luna, todos los animalitos miraron a la luna, Gary sacó del bolsillo de su pantalón algo parecdio a una linterna y apuntó a la luna. De repente un gran rayo blanco salió de la luna y alumbró a todos los animalitos. Hubo un ruido muy muy fuerte, como un trueno, y todo desapareció de repente, el rayo, el trueno, y la luna, Ya solo quedaba el sol pues ya se había hecho de día.
Todos los animales se fueron levantando; las vacas mugieron, los caballos relincharon, las gallinas cacarearon, y las cabritillas balaron
El alcalde y algunos vecinos que habían estado toda la noche mirando aplaudieron como locos y se acercaron a Gary
*- ¿Cómo lo has hecho,cómo lo has hecho?
*- Lo siento no lo puedo decir
*- Pero, pero por lo menos dinos que había pasado,.
*- Todos los animales habían sufrido un hechizo de luna., la última vez que hubo luna llena, ésta las hechizó, y se sentían muy tristes. Ahora ya están contentos. Ya hemos roto el hechizo
El alcalde le dio las llaves de su nueva casa a Gary, y todos celebraron que se quedara a vivir con ellos en el pueblo, los animalitos le visitaban todos los días, y nunca mas la luna volvió a jugar una broma en este pueblo, pues ya sabía que ahora estaba Gary


Y colorín colorado….este cuento se ha acbado

lunes, 20 de junio de 2016

LAS DOS NUBES TRAVIESAS

Había una vez  2 amiguitos muy traviesos que siempre estaban jugando, corrían saltaban, volaban.., si, si, volaban, es que los dos amigos eran dos pequeñas nubes.
Las nubes mamás, siempre les estaban buscando porque en lugar de ir a la escuela de nubes, cambiaban de forma y se iban al parque de las nubes a jugar sin que nadie les viera.
A ellos les resultaba muy fácil esconderse, porque podían adoptar la forma que quisieran
Un día cuando estaban en el parque las mamás estaban hablando entre ellas:
*- Mirad, la gran nube gris, ha dicho que mañana por la mañana va a luchar contra el sol a ver quien gana. Gran nube gris intentará tapar al sol, y el sol intentará ponerse por delante. Va a ser muy emocinante
*- Pues como a gran nube gris se le escape un poco de agua, igual podemos ver el arcoíris
Los dos niños escuchaban la conversación de los mayores, y se miraron, los dos estaban pensando lo mismo, al día siguiente se escaparían de la escuela e irían a ver la gran pelea entre Gran nube gris y el sol.
El día siguiente la profesora estaba explicando cómo las nubes se llenan de agua para luego llover, eso era fácil, los dos amigos se miraron y sin que nadie se diera cuenta cambiaron de forma, cogieron la forma de una hoja de papel, y salieron por debajo de la puerta hasta la calle.
En la calle decidieron coger la forma de un avión para ir lo mas rápido posible hasta donde estaba Gran nube Gris.
Cuando llegaron, el combate había empezado, Gran nube gris se ponía delante del sol una y otra vez, pero había venido a ayudar al sol, la suaver brisa del mar, así que cada vez que le tapaba, la brisa le soplaba y lo auitaba de en medio.
Las pequeñas nubes aplaudían entusiasmadas, hasta que al final Gran nube gris se dejó caer sentado sobre una pequeña nube roja y dijo:
*- Me rindo, no puedo mas, entre el calor que me da el sol y los empujones que me da la brisa del mar, estoy agotado.
Todos aplaudieron al sol y cada uno se fue hacia su casa.
Sin embargo las dos nubecillas se quedaron jugando a luchar y sin darse cuenta de que el sol se iba ya a su casa, y llegaba la luna llena grande y redonda e iluminando todo el suelo.
*- Que haceis todavía aquí solitos?.- les preguntó enfadada.- tendrías que estar en casa ya con vuestras mamas
*- Pues es verdad, no me había dado cuenta de lo tarde que es, gracias luna
Las dos pequeñas nubes volaron hacia sus casas, pero de repente pasó entre ellos una estrella fugaz que bajaba hacia la tierra a toda velocidad.
*- Que ha sido eso?
*- No lo sé pero ha sido muy luminoso venga date prisa
No les había dado tiempo cuando empezó una lluvia d estrellas fugaces, las estrellas eran como piedritas, y les golpeaban al pasar,


*- Ay, ay, ayyy, que me hacen daño
*- Socorro, socorro que alguien nos yude, por favor!!
Y alguien escuchó sus gritos, apareció invisible pero con gran fuerza, era un fuerte viento frío que le enviaba desde el polo norte la Bruja buena del Norte. El viento cogió a upas a las dos nubecillas y muy rápido les llevó hasta sus casas donde esperaban muy enfadadas sus mamás
*- Gracias viento del Norte, y vosotros vais a estar castigados durante 1 mes
*- Que no mamá por favor!!
*- Que sí! Ireis todos los días al salir de la escuela al lago verde que está en el bosque, os llenareis de agua, y subiréis hasta el sol para regar los campos delante de él y que así salga el arcoiris

Y así fue como durante toda la semana desde el bosque se pudo ver todos los días un hermoso arcoíris al atardecer

Y color´´in colorado, este cuento se ha acabado…


jueves, 16 de junio de 2016

ERLANTZ Y EL GENIO DE LA LAMPARA

Había una vez un niño muy bueno y muy obediente, que ayudaba mucho a su mamá, y solía acompañarla a hacer las compras.
Un día en el pueblo pusieron un mercadillo diferente, en él en lugar de vender frutas, verduras, y cosas para comer, vendían cosas antiguas como cuadros, relojes antiguos de pared, platos antiguos que pesaban mucho…  Erlantz se fijó en una lámpara de cobre que había en un estante, era muy bonita verde y dorada, y muy vieja, la verdad es que estaba muy sucia, pero a él le gustó, le parecía muy graciosa, como una tetera que salía en unos dibujos animados de televisión.
Su mamá se lo compró, no era muy caro y Erlantz lo llevó todo contento a su habitación.
*- Toma.- le dijo su madre dándole un trapo.- límpialo un poco que está supersucio
Erlantz cogió el trapo, pero en vez de limpiarlo, lo tiró encima de la cama con la lámpara y se dedicó a jugar a los dinosaurios.
Por la noche, cuando ya era hora de cenar se acordó de la lámpara, pero su mamá no le dejó jugar con ella, era hora de cenar
*- Si quieres, antes de irte a la cama, puedes jugar un ratito con la lámpara, pero ahora hay que cenar
Obediente, Erlantz, se terminó toda la cena y cuando terminó fue a su cuarto a jugar con la lámpara. Cuando la cogió se llenó los dedos de polvo:
*- Qué asco!.- pensó, voy a frotarla mucho mucho con este trapo para limpiarla bien
Frotó y frotó y en la lámpara empezaron a brillar los colores verde y dorado, pero de repente sonó un ruido raro dentro de la lámpara y empezó a salir humo por el pitorrito, era un humo de colores azul y rosa, Erlantz muy asustado dejó caer la lámpara al suelo. El humo fue cogiendo forma de persona, cabeza, cuerpo, las piernas no se distinguían. Al final desapareció el humo y en su lugar quedó un señor muy grande hasta el techo, de fuertes brazos, con bigote, y gorrito, y bastante tripita. Tenía cara de mal humor, le habían despertado de su siesta, era un genio.
*- Porque me despiertas niño?


Erlantz se quedó con la boca abierta
*- Quien, quien, quiern eres? Tartamudeo
*- Creo que está claro, no?, soy el genio de la lámpara, tu la has frotado y yo he salido. Mi deber es concederte tres deseos, ni uno mas, luego me volveré a meter en la lámpara y me echaré una siestita
Erlantz se puso a pensar, qué tres deseos podía pedir?, pediría algo para su mamá o todo para él?
*- Quiero tener un dinosaurio de verdad.- dijo sin querer pensarlo demasiado, y es que Erlantz siempre había querido un dinosaurio Argentinosaurio
El genio se quedó un poco sorprendido ante semejante deseo, pero cómo era su deber, apuntando con  un dedo el centro de la habitación lanzó un rayo que se convirtió en un pequeño  argentinosaurio de cuello largo.
*- Te he traído uno pequeño para que quepa en tu cuarto, pero irá creciendo y cuando se haga mayor dentro de no mucho tiempo, no cabrá en este cuarto, tu verás lo que haces con él.
Erlantz pensó que el genio tenía razón, necesitaba un espacio mayor para su dinosaurio, mientras lo acariciaba pensó que mamá siempre había querido una casa en la playa con jardín, aquello podía ser la solución, mamá no se enfadaría y el dinosaurio podría vivir en el jardín.
*- Quiero una casita en la playa con un gran jardín para mi dinosaurio.
El genio sonriente levantó un dedo y un gran rayo rojo cruzo el techo,subió hasta el cielo y se perdió entre las nubes.
*- Toma las llaves, y le entregó varios juegos de llaves. Solo te queda uno, te, cuidado con lo que pides
Erlantz penaó que es lo que a ál le hacía feliz, que era lo que a su mamá le hacía feliz, y no tuvo que pensar mucho mas
*- Quiero que mamá y yo, tengamos vacaciones siempre!
*- Ese es muy bueno, ¿sabes?, la mayoría de la gente pide cosas que terminan rompiéndose, pero tus deseos son para siempre y son para tu mamá y para ti. Son unos deseos muy buenos. Yo estoy cansado de vivir siempre en una lámpara que va de un sitio a otro, me gustaría estar tranquilo en una única casa, si me dejas que me quede a vivir con vosotros os concederé mas deseos, siempre que sean buenos como éstos ¿qué te parece?
Así fue, como Erlantz, su mamá, su perrito Laida, el dinosaurio y el genio de la lámpra, se fueron a vivir a la casita de la playa, donde Erlantz y mamá tenía todo el tiempo para jugar e ir a la playa ya que no tenían que ir a trabajar ni al colegio. El dinosaurio y el genio se hicieron muy amigos y solían jugar en el jardín con Laida y con Erlantz
Y colorín colorado, este cuento se ha acabad


miércoles, 15 de junio de 2016

EL CHIMPANCE MORADO Y EL GRAN GORILA

Había una vez  un bosque muy lejano, donde todos sus habitantes eran gorilas y chimpancés. Allí no había personas, ni otro tipo de animales tampoco.
Los chimpancés y los gorilas no vivían en los árboles, sino que se habían construido casas, con las mismas comodidades que tenemos los humanos, con camas, televisores….
En el bosque había un gorila que era el mas grande, y mas fuerte, era el rey. Vivía en un castillo en el centro del bosque, y solía estar sentado en un gran trono rojo . Todos los chimpancés del bosque le tenían que llevar todos los días un montón de regalos.
Un chimpancé le llevó una cesta con plátanos, otro le llevó una bolsa de gominolas. El mono mas pequeño le llevaba una tarta de chocolate….
El gran gorila sin levantarse de su trono iba recogiendo y examinando todos los regalos, los que mas le gustaban eran los de comida y chuches.
Sin embargo, había un pequeño chimpancé de color morado que nunca le llevaba nada al rey gorila
El rey gorila, mandó a sus dos mejores soldados, dos gorilas muy fuertes muy fuertes, a la casa del chimpancé morado para que lo apresaran y lo llevaran ante él.
Los soldados gorilas encontraron al chimpancé morado tumbado en el sofá de su casa viendo la televisión.
*- Tienes que venir con nostros.- le dijeron y le ataron las manos y le llavaron al castillo, hasta el rey gorila
El rey gorila con su bastón de mando se puso de pie y muy enfadado preguntó:
*- Porque no me traes nunca ningún regalito?, ya sabes que todos los días, todos los habitantes del bosque me tenéis que traer algo.
*- No te traigo nada majestad, porque no me parece bien que tu estés todo el día sentado sin hacer nada, y nosotros tengamos que trabajar para traerte la comida. Levántate y hazlo tu mismo
El rey se enfadó muchísimo y le dijo:
*- A mi no me puedes hablar así!, soy tu rey!! Como castigo estarás encerrado dos días en los calabozos sin nada para comer, y así aprenderás a ser mas obediente.
Los soldados gorilas le llevaron por unas escaleras hasta unas jaula, y le metieron en una de ella, le dieron tan solo una botella de agua.
El chimpancé morado pensó que ya que tenía que estar allí encerrado, aprovecharía para dormir un poco , sin embargo empezó a oír un ruidito muy molesto que no le dejaba dormir. Se levantó y miró a los lados, cerca de su jaula vio otra donde estaba encerrada una chimpancé.
 *- Hola, quien eres?
*- Soy un chimpancé verde, el gran gorila me ha encerrado durante dos días como castigo por no traerle nada de comer
*- Oh!, a mí me ha pasado lo mismo
Los dos monos se pasaron toda la noche hablado juntos, de dónde vivían, de lo que les gustaba para comer, a qué les gustaba jugar….
Cuando pasados dos días los soldados gorilas fueron a buscarles para soltarles, los dos chimpancés se habían hecho muy amigos
Decidieron que irían a vivir juntos a una gran casa que se hicieron a la salida del bosque, y se siguieron negando a llevar al gran gorila su comida.
Cada poco tiempo, los soldados gorilas les encerraban castigados, pero cada vez que estaban allí, hacían un nuevo amigo a quien también habían llevado  a las jaulas.
Cuando salían de su castigo, todos se iban a vivir juntos, y llegó un momento, en que había mas chimpancés con el mono morado que con el gran gorila.
En ese momento ya eran tantos los chimpancés que no llevaban regalitos al gran gorila, que no había jaulas suficientes por lo que no podía ser castigados, así que todos se negaron a llevarle nada de comer.
El gran gorila tuvo que levantar su enorme culo del trono, y empezar a trabajar pos si mismo buscando su propia comida, y se dio cuenta que era divertido y que le gustaba recoger frutas de los árboles y cocinar …


Y colorín colorado, este cuento se ha acabado

sábado, 11 de junio de 2016

LAS ABEJAS QUE QUERÍAN LAS FLORES DEL PARQUE

Había una vez un parque de columpios en el centro de un bonito pueblo rodeado de montañas.
A ese parque iban muchos niños pequeños, la mayoría de 2, 3 y 4 años, tenían toboganes, columpios, hasta de vez en cuando les ponían hinchables.
Al lado de los columpios había una zona de verde hierba y arbolitos no muy grandes. En esta zona cuando salía el sol, solían revolotear muchas mariposas de colores.
Un día dos mariposas amarillas con manchas blancas que estaban jugando a ver quien hacía mas volteretas en el aire, vieron una abeja buscando flores por la hierba.  Las mariposas se sorprendieron, pues en esa zona no vivían abejas
*- Que haces por aquí? , las abejas no podéis estar cerca de los columpios, a los niños les dáis miedo
*- Solo estoy buscando flores para cogeré un poco de zumo de flores que llevar a mi colmena para fabricar miel
*- Donde está tu colmena?
*- Allí , al otro lado del muro. Solemos buscar flores por allí, pero es que últimamente han llegado varias cabritillas que intentan comernos, por eso he venido a esta zona.
Las mariposas que conocían muy bien el parque enseñaron  a  las abejas dónde estaban las flores mas bonitas y grandes, para que pudiera coger mucho zumo y preparar la mejor miel.
La abeja recogió todo lo que pudo y volvió a su colmena.
A la mañana siguiente cuando estaban todas las mariposas volando por el parque,  volvió la abeja, pero esta vez venía con muchas otras abejas detrás de ella
*- Hola, hoy hemos venido todos los de la colmena para recoger muchas mas zumo de flores
Las mariposas se empezaron a preocupar, en una zona de niños no debían andar tantas abejas, podría haber un accidente y una abeja picar a un niño. Pero no sabían que hacer, cada día mas y mas abejas llegaban al parque.  Las mariposas se fueron a otro parque porque les daba miedo tantas abejas juntas.
De mientras los niños jugaban en los columpios y corrían descalzos por la hierba, hasta que un día pasó lo que la mariposa había dicho que iba a pasar, sucedió un accidente, un niño de dos años pisó descalzo el suelo justo donde una abeja estaba descansando y se clavó su aguijón en el pie. Como lloraba!!!
Al día siguiente los señores policías fueron a echar a las abejas del parque, cogieron unos cazamariposas y las iban cogiendo y echando al otro lado del muro, donde estaba su casa, la colmena.
Dos niños que solían estar en los columpios miraban cómo trabajaban los señores policías:
*- Me dan pena las abejas.- dijo Erlantz
*- A mi también.- dijo Hugo.- pero porqué vienen aquí, en lugar de quedarse en su zona
*- Preguntemos a las mariposas.- dijo Erlantz, y es que este niño sabía hablar con la mayoría de los animalitos.
Las mariposas les contaron lo que pasaba, que a las abejas les gustaban las flores de ese parque.
Estaba claro, pensó Erlantz, necesitaban tener flores como esas en su zona, para que no pasaran al parque, ¿pero cómo?
*- Necesitamos semillas mágicas.- dijo Erlantz
*- Si.- dijo Hugo vamos a buscarlas
Los dos amigos se pusieron en marcha, necesitaban llegar cuanto antes a la tiendita mágica que sólo ellos dos conocían.  Primero debían entrar en la tiendita que vendía gominolas y “hielo hielo”, y detrás de las chocolatinas había una puertita escondida que solo se abría cuando ellos dos ponían la mano sobre la puerta, si la tocaba cualquier otra persona o cualquier otro niño no se abría.
Dentro de la tiendita mágica, había estantes con todo tipo de productos, parecía normal, pero no lo era, todos los productos que allí habían , eran mágicos, por ejemplo a la entrada había batidos de chocolate, pero eran mágicos, esto quiere decir, que cuando un niño lo abría para bebérselo, el chocolate líquido saltaba hacia arriba y formaba pompas gigantes de chocolate.
Había también galletas redondas, pero cuando un niño se las llevaba a la boca para comérselas, se convertían en gominolas amarillas.
Había también globos de colores que cuando soplabas dentro de él, te devolvía un soplido mucho mas fuerte que te tiraba al suelo.
Había dinosaurios de juguete, pero cuando los apretabas, decían “Beeee beeeee”.
La tienda tenía dos puertas, una era por la que habían entrado Erlantz y Hugo, y por la otra se salía a un bosque mágico donde vivían , duendes, hadas, gnomos y todo tipo de seres  mágicos, y que eran los que solían ir a hacer las compras a esa tienda.
Erlantz y Hugo compraron las semillas, y se fueron al parque, cruzaron por detrás del muro, y con mucho cuidado de no molestar a las abejas, para que las abejas no les molestaran a ellos, echaron las semillas mágicas al suelo. Se echaron un poco hacia atrás para ver como  en menos de 5 minutos las semillas se convirtieron en grandes flores de todos los colores, tamaños y olores.
Las abejas se pusieron muy contentas y para dar las gracias  a Hugo y a Erlantz les regalaron un bote de miel hecho por ellas mismas a cada uno.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado!!

jueves, 9 de junio de 2016

EL CANGURO Y LA RANITA SALTARINES

Había una vez en un lejano. Muy lejano país llamado Australia, vivía un canguro saltarín que se llamaba Salti.
Salti vivía con todos los demás canguros, pero no le gustaba demasiado estar todo el día aprendiendo cosas en la escuela de canguros, sino que lo que él quería era siempre jugar, y jugar… Por ello cuando nadie le veía solía escaparse hasta la charca en la que vivía su amiga la ranita Anita, y con ella jugaba a saltar y saltar, a ver quién daba los saltos mas altos.
Los últimos días siempre ganaba la ranita Anita, y Salti el canguro, estaba pensando seriamente en adelgazar un poco, ya que había comido últimamente muchas chuces , por su culpa le había salido una gran triporra y no podía saltar muy alto.
*- Ya no quiero jugar a saltar.- dijo enfurruñado Salti

*- Vaaale,.- aceptó Anita la ranita.- ¿vamos a dar un paseíllo?
Los dos fueron dando saltitos por el bosque hasta que llegaron a las afueras y vieron una carretera
*- ¿Dónde estamos?
*- No lo sé, creo que nos hemos perdido, hemos saltado demasiado
A lo lejos vieron que por la carretera aparecía un camión, y decidieron pedir ayuda al señor camionero.
Salieron al medio de la carretera y empezaron a agitar los brazos
*- Ehhh!!,  señor camionero!!!
 El camión frenó haciendo mucho ruido y el señor camionero bajo muy, pero que muy enfadado , y se acercó a ellos
*- Se puede saber que estáis haciendo en medio de la carretera??.- gritó.- acaso no sabeis que es muy peligroso, que no se puede salir a la carretera!!!
Los saltarines se asustaron mucho, ellos no habían vista antes ninguna carretera y no sabían que no se podía andar por ella
*- Lo sentimos mucho, señor, no lo sabíamos
*- Pues ahora ya lo sabéis, está prohibido andar por la carretera, y para cruzarla hay que ir de la mano de un mayor ¡!

Los saltarines prometieron no volver a hacerlo
*- Nos hemos perdido, dijo el canguro, ¿nos puede ayudar a volver a nuestra casa?
*- ¿Dónde vivís?
*- Al dado del  lago, detrás del gran manzano
*- En el mapa no pudo ver  el gran manzano y lagos hay tres, cual será? Subiros al camión y a ver si veis a través de la ventana el camino para volver
Los saltarines se subieron y mientras el camión avanzaba por la carretera despacito, iban mirando a un lado y a otro por las ventanillas, y no veían nada conocido.
El camión seguía avanzando y al cabo de un rato, dejaron de verse árboles, y empezaron a ver muchos edificios muy altos.  Salti y Anita sintieron miedo.
*- Señor, señor dónde vamos?
El señor se rió con una risa muy extraña,
*- Ja, ja, ja, ja…, es que a vosotros nunca os han dicho que no podeis montaros en el coche de un desconocidos ¿??, ja, ja, ja….
Y mientras decía eso, su cara se iba transformando, se le iba arrugando la piel, le creció la nariz, le salió una gran verruga en la punta de la nariz…, se le fue encorvando la espalda, y en lugar de pantalones, le apareció sobre su cuerpo un largo vestido negro,  no era un camionero…, era,,,…..
*- Una bruja!!!, una bruja!!! Empezaron a gritar a la vez  los saltarines
El camión entró en la ciudad y aparcó debajo de un túnel, en el túnel, muy escondidito en la oscuridad había una puerta por la que se entraba a la cueva de la bruja.
Esta agarró a los dos y les metió a empujones hasta la cocina de su cueva.
*- Habéis cometido varios errores.- les dijo;
El primero, no haber  ido a la escuela y el segundo montaros en un vehículo con un desconocido, pero me habéis venido muy bien , porque yo necesitaba dos animalitos saltarines como vosotros para probar mi última pócima.
El canguro y la ranita temblaban de miedo
*- Nooo, por favor, déjenos marcharnos
*- Ni hablar, vais a beber esta pócima!!
*- Nooo
*- Si, vamos abrid la boca, esta pócima sirve para que los animalitos saltarines dejen de saltar y les aparezcan alas para volar!!
Los dos saltarines bebieron, y….., la pócima de la bruja funcionó, de repente notaron como sus patitas no podían saltar, y en su lugar les aparecieron fuertes alas para volar
*- Siii, bravo, que buena soy.- gritaba la bruja entusiasmada!!
La ranita abrió sus pequeñas alas y empezó a volar chocándose contra el techo y cayendo al suelo, y el canguro agitó las alas, vió la puerta y le gritó:
*- Anita, a que esperas?, sígueme!!
Los dos echaron a volar por la puerta, salieron a la calle y siguieron volando hasta que encontraron el bosque y la zona donde ellos vivían
La bruja gritaba desesperada,
*- No os vayais!, quietos aquí!, por favor….- terminó llorando
Y los saltarines tuvieron que acostumbrarse a un nuevo estilo de vida, empezaron a ir a la escuela de las águilas en lugar de a la de canguros, y se dedicaron a  jugar a quien vuela mas rápido
Y colorín colorado,… este cuento se ha acabado


miércoles, 8 de junio de 2016

UNA NUEVA ESCUELA PARA ERLANTZ

Erlantz eran un niño pequeño, muy bueno y obediente. Su mamá le llevaba todos los días al colegio, y Erlantz se lo pasaba muy bien, tenía muchos amigos y jugaba . Eva y Ane, les enseñaban  un montón de cosas y  lo que mas le gustaba eran los planetas.
Sin embargo un día su amatxo le dijo que iba a cambiar de colegio, iría a otro mas cerca de casa donde tendría nuevos amigos para jugar y nuevos profesores que les enseñarían mas cosas
Erlantz no estaba nada contento, él no quería cambiar de cole, quería seguir con sus amigos y con Inma, con Ane, con Eva.., pero amatxo le explicó que no podía ser.

Cuando pasó el verano, llegó la hora de empezar el nuevo curso. Erlantz iría en autobús
*- No quiero ir al colegio nuevo amatxo.- protestaba Erlantz mientras terminaba de desayunar
*- Que te lo vas a pasar muy bien Erlantz, hay muchos niños con los que podrás jugar, y algunos de ellos viven cerca de casa, así que podrás jugar también con ellos al salir del cole
*- No quiero, no quiero, y no quiero!!, me voy a aburrir mucho!!
Amatxo le llevó al autobús y le despidió con la mano. Esta parte a Erlantz le gustó mucho, nunca había ido solo en autobús y le parecía toda una aventura.
Cuando llegaron al cole, entraron todos en fila y se sentaron  en las mesitas. Erlantz estaba un poco asustado porque no conocía a nadie, pero la profesora era muy cariñosa, y le dio muchos mimitos y besitos, y enseguida se le quitó el miedo. Además empezó a ver que sus nuevos compañeros querían jugar con él y ser sus amigos
*- Vaya.- pensó Erlantz.- esto me va a gustar!
La profesora fue de mesa en mesa y a cada niño le dio un sombrerito terminado en punta, todos se lo pusieron y Erlantz también, para que sería eso?, harían alguna representación?
A continuación la profesora repartió una especie de palito, que todos los niños mantuvieron en alto. Erlantz muy sorprendido copió a sus compañeros.
*- A ver, Ibai, tu primero
Ibai, que era el niño que se sentaba al lado de Erlantz, se levantó y fue hasta la mesa de la profesora, allí había una pelota de color amarillo. Ibai la tocó con la punta del palito y cerró los ojos
*- Raqueta!!! .- gritó, pero la pelota se convirtió en un pequeño gatito
*- Jajajajaja!!. Todos se rieron
*- A ver Aitor, inténtalo tu
El niño se levantó fue hasta la mesa y colocando suavemente la punta del palito sobre la pelota cerró con fuerza clos ojos
*- Raquta!!! .- gritó.- y la pelota se convirtió en un pajarito que salió volado
Todos los niños de la clase se moría de risa
*- A ver .- dijo la profesora.- teneis que sujetar con mas fuerza el palito, sino no va a funcionar
Erlantz, quieres intentarlo tu?
Erlantz no se lo podía creer, el colegio nuevo, era un colegio para aprender magia, y su profesora le estaba llamando para enseñarle
Tembloroso por  la emoción, se levantó y avanzó hasta la mesa
*A ver Erlantz, ya sé que para ti esto es algo nuevo, lo que tienes que hacer es tocar con la punta del palito en la pelota, y mientras cierras los ojos piensas en una raqueta, y gritas con fuerza la palabra raqueta, vale?
Erlantz, obediente hizo lo que le mandó su profesora, tocó la pelota con el palito
*- Raqueta!!!.- gritó; y todos se quedaron con la boca abierta, la pelota se había convertido en una raqueta!!!
*-Aaaalaaaaa!!, que bueno.- y aplaudieron
*- Muy bien Erlantz.- le dijo la profesora.- creo que esto se te va a dar muy bien

A la hora del recreo, cuando salieron al patio, todos quería jugar con Erlantz, así que hizo un montón de amigos en su primer día de colegio
*- Amatxo.- dijo cuando el autobús le volvió a dejar en casa.- me encanta el colegio nuevo, me lo paso fenomenal

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado