lunes, 27 de junio de 2016

EL RELOJ DE CUCO

Había una vez en un pequeño pueblo vivía una señora mayor, una abuelita en una casa ella sola con algunos animalitos. Tenía dos perros a los que llevaba todos los días a la playa , tenía también dos gatitos, uno blanco y uno negro, que solían jugar en el jardín, y tenía también dos pequeños periquitos que cantaban en su jaula y de vez en cuando salían a volar alrededor de la casa.
La señora tenía un nieto, que solía ir a visitarla y los dos veían una película mientras comían dibujos animados.
Un día se puso en el pueblo un mercadillo de cosas antiguas, había puestos que vendían mesas, y sillas antiguas muy bonitas, otros vendían monedas antiguas, otros lámparas, vajillas, todo antiguo.
El nieto de la señora que se llamaba Erlantz, estaba paseando por el mercadillo cuando vió algo que le llamó la atención, era un reloj de cuco antiguo, de madera, con una puertita redonda y roja por donde salía un pajarito y cantaba cada vez que daban las horas puntas.


El reloj le encantó a Erlantz, y dentro de poco iba a ser el cumpleaños de su abuela, miró en el bolsillo y vio que tenía varias monedas, qué bien!, se lo regalaría a su abuela.
Se lo llevó a casa, lo sacó de la bolsa y lo dejó encima de su mesita escritorio para limpiarlo bien antes de regalárselo a la abuela, y se fue a cenar
Cuando volvió a su cuarto, había algo diferente en el reloj, había cambiado de sitio, y estaba puesto mirando hacia la ventana
*- Que raro .- pensó Erlantz.- yo creo que lo pues mirando hacia la puerta. Bueno, no pasa nada, lo limpiaré bien con un trapito
Y eso hizo , lo limpió bien, bien, lo dejó encima de la mesa mirando hacia su cama y se fue a dormir.
Cuando se despertó se quedó mu sorprendido, el reloj volvía a estar mirando por la ventana. Le preguntó a su madre, pero ella no había tocado nada.
Se sentó en su escritorio después de desayunar, y empezó a manipular al relos, abrió la portezuela y miró el pajarito, era muy parecido a los periquitos de la abuela, lo limpió un poco pues tenía polvo, miró por todas partes, pero no tenía nada raro, así que le dio cuerda y lo envolvió en papel de regalo. Se vistió y muy contento, con el reloj de cuco debajo del brazo se dirigió a casa de su abuela, era su cumpleaños.
*- Abuelita, abuelita.- gritó.- Felicidades
*- Gracias  Erlantz, ven y prueba la tarta de chocolate que estoy haciendo para la fiesta de  esta tarde.
*- Buaaa.. chaval!!! Está buenísima abuelita, toma te he traído un regalo
La abuelita abrió entusiasmada el regalo
*- Ala!!! Un reloj de cuco antiguo, Erlantz, que chulada, muchas gracias, justo lo que quería. Mira lo colgaré en esta pared, mirando a la mesa, y escucharé al pájaro dando las horas todos lo días
*- Abuela, yo creo que el pajarito prefiere estar mirando por la ventana
*- Que cosas dices Erlanta, es un muñeco , no es un pájaro de verdad
*- Lo sé abuela, pero de verdad, creo que prefiere mirar por la ventana
La abuela sonrió, no le costaba nada dar la vuelta al reloj, así que lo puso mirando por la ventana
Había llegado ya la hora de que Erlantz se fuera a casa, así que le dio un beso a la abuelita y se marchó, cuando pasó al lado del reloj de cuco , de repente se abrió la puertita del reloj y el pajarito salió, le miró , le giñó un ojo y hablo
*- Gracias Erlantz


Y colorín colorado…, este cuento se ha acabado

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