Había una vez un niño al que
le gustaba mucho leer, siempre le estaba pidiendo a su madre que le contara
nuevos cuentos.
Un día su mamá le llevó a la
biblioteca del pueblo, Erlantz vio todos los estantes llenos de libros, desde
el suelo hasta el techo. Allí había cientos de libros.
Había en el centro de la
sala varias mesas donde los niños cogían libros y se sentaban allí a leer.
*- Bueno Erlantz, te dejo aquí
dos horas, ya sabes que no debes hacer ruido para que todo el mundo pueda leer
su propio libro. Luego vengo a recogerte
Erlantz fue mirando todas
las estanterías donde los libros estaban
ordenados. A un lado estaban los libros de animalitos, en la parte de abajo
estaban los cuentos, en otro lado los libros de miedo, en otro los libros de
escuela,…..
Erlantz no se lo pensó dos
veces y fue mirando los libros de animalitos, cogió uno que tenía una foto de
un elefante en un lago, y otro en el que varios monos estaban colgados de los
árboles.Se sentó en la mesa y abrió el libro.
Estaba lleno de dibujos de
animales en la selva, elefantes, rinocerontes, cocodrilos… Todos los animales
parecían estar contentos comiendo y
disfrutando del sol
Pasó la página, allí
aparecía un cocodrilo abriendo bien la boca y a punto de comerse a un conejito
blanco que se tapaba la cara con las patitas delanteras.
Erlantz pensó que el dibujo
parecía muy real, parecía que el conejito le estaba mirando con los ojos muy
asustado, y de repente Erlantz escuchó unos grititos muy bajitos:
*- Erlantz, socorrro,
ayúdame!!!
Erlantz dio un salto atrás
*- ¿Qué ha sido eso?
*- Soy yo, el conejito, si
no me ayudas el cocodrilo me comerá, por favor!!!
Erlantz no se podía creer
que el cuento le estará hablando pero contestó en voz bajita:
*- Qué quieres que haga?
*- Dame la mano, por favor…
Erlantz puso su mano encima
de la patita del conejo y de repente con un silbido extraño, fue tragado por el
libro. Erlantz miró a su alrededor, estab dentro del libro, agarando al
conejito y frente a él el cocodrilo le miraba muy enfadado
*- De donde sales tu,? Preguntó
muy enfadado,.- si no te quitas de en medio te comeré a ti además de comer al
conejo.
Erlantz temblaba de miedo y
miró a su alrededor, buscando el sitio por donde había entrado en el cuento. Lo
vio enseguida, era una especie de puerta de colores parecido al arcoiris Agarró
con fuerza la patita del conejo, y saltó hacia la puerta de colores, la cual se
abrió y cayó de cabeza en el suelo de la biblioteca con el conejo agarrado y
haciendo un gran ruido.
Desde otra mesa el cuidador
de la biblioteca dijo:
*- Ssssshhh!! Silencio por
favor!
Erlantz se levantó todavía
agarrando el conejo que le lamía y le hacía mimitos agradecido por haberle
sacado del cuento. No comprendía cómo había pasado aquello, sin duda tenía que
ser un libro mágico.
Se sentó con el conejito
sobre sus piernas y muy nervioso abrió el libro de los monos, a ver que pasaba.
Fue pasando páginas, los
monos jugaban a saltar de rama en rama, en otra página un monito bebe se había
caído del árbol donde estaba su mamá y lloraba.La siguiente página, un león
agachado miraba al monito bebe mientras se relamía pensando lo rico que iba a
estar al comérselo.
Erlantz midió la distancia,
seguro que le daría tiempo…, apoyó la mano sobre el bebe´ monito y seguidamente
estaba dentro del libro agarrando al monito con fuerza. El león se levantó de
un salto y echó a correr muerto de miedo, pero luego se lo pensó mejor, si solo
era un niño…., se dio la vuelta y sonrio, se lo comería también a él. Pero
estaba muy lejos, cuando Erlantz vio que le iba a atacar dio un sala a la
puerta de colores con el bebé monito en brazos.
Volvió a aterrizar en el
suelo de la biblioteca, y el señor encargado volvió a mandarle callar.
Se sentó en la silla, ¿Qué iba a hacer ahora con un bebé mono y un conejito?, oyó pasos detrás suyo, era mamá que venía a recogerle.
Rápidamente metió a los dos
animalitos en su mochila, de momento se los llevaría a casa, seguro que podría
tenerlos escondidos una temporada sin que los viera mamá, luego ya pensaría
algo
*- Hola Erlantz, nos vamos?,
anda guarda los libros en su sitio que tenemos qu irnos a casa. Te lo has
pasado bien?
*- Me lo he pasado fenomenal
mamí, quiero venir todos los días
*- Vale, me alegro, pues te
traerá cada día a la salida de la escuela
Dentro de la bolsa el
conejito y el monito, sonreían muy contentos
Y colorín colorado….., este
cuento se ha acabado
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