martes, 24 de mayo de 2016

EL CRUCERO DE LOS MAGOS Y LAS BRUJAS

Había una vez tres niños amigos que vivían en un pueblo donde había grandes montañas y también grandes playas.
Era verano y ese día les daban vacaciones. Los tres estaban juntos en la misma clase y salieron corriendo a celebrarlo, tirándose por la hierba del jardín y tirándo los libros por el aire.
*- Quedamos esta tarde para ir a la playa?.- preguntó Erlantz
*- Vale, - dijo Hugo
*- Yo también voy.- se apuntó Allur
Se fueron a comer rápidamente, y a Erlantz le esperaba una sorpresa cuando llegó a casa:
*- Hola hijo.- dijo amatxo.- como has terminado el curso y tus profesores han dicho que has trabajado mucho y has aprendido un montón, te he comprado un regalito
Erlantz abrió mucho los ojos:
*- Que es , amatxo, qué es…
Amatxo le dio una cajita envuelta en papel de regalo, y Erlantz lo abrió rompiendo y tirando el papel por el suelo. Dentro había…….
*- Alaaaaaaä, es un móvil!.- es de verdad?.- Erlantz no se lo podía creer
*- Si, es tu móvil, para que lo lleves siempre contigo y me puedas llamar y te pueda llamar yo a ti. Tiene también internet , y puedes sacar fotos y videos y enviármelos.
Terminó de comer, cogió una toalla, un bañador, su nuevo móvil y se fue corriendo a la playa donde ya le esperaban sus amigos.
*- Hugo, Allur!!.- mirad lo que me ha regalado mi amatxo
Todos querían tocar el móvil a la vez, y al final decidieron dejarlo en la orilla y darse un baño
Estaban los tres jugando con una pelota en el agua, cuando de repente vieron con una gaviota enorme bajaba en picado hasta donde habían dejado las toallas, y cogía el móvil nuevo con el pico.
*- Ehhhhhh!!!, suelta eso, ladrón!!!
Y los tres corrieron por la arena detrás del ave.
La gaviota siguió volando, se alejaron mas y mas del sitio donde habían dejado sus cosas, y cuando pasó detrás de una tronco roto tirando en la orilla, bajó hasta la arena y se quedó allí esperando con el móvil en la boca.
Los tres chicos corrieron detrás del tronco, allí les esperaba la gaviota:
*- Hola.- les dijo.- os he quitado el móvil para que vinierais hasta aquí y poder hablar con vosotros.
Los tres amigos se quedaron con la boca abierta, la gaviota estaba hablando!.
*- Quien eres?
El pico de la gaviota se dobló hacia delante, el cuerpo engordó y le cambiaron los colores de las plumas, se había convertido en un loro.
*- Me llamo Pipo, en realidad soy un loro, pero puedo convertirme en el ave que yo quiera, puedo ser un águila, un periquito, una golondrina, o un halcón. Mi dueño es un mago muy poderoso, el mago de los colorines,  y me concedió ese  poder.
Os he robado el móvil porque necesitaba que me siguierais para pediros que me ayudéis a buscarle.
*- Buscar a un mago?
*- Si, se fue de vacaciones en un barco que desapareció en el mar
*- Pero si tu no lo has encontrado, ¿Cómo vamos a poder ayudarte nosotros que somos niños?
*- Porque los niños pequeños, muchas veces tienen grandes ideas
*- Podemos preguntar a amatxo si ha oído algo de un barco desaparecido, se puede mirar en internet.- propuso Erlantz
*- No creo que sepa nada.- dijo el loro.- es que se trataba de un barco  mágico, todos los ocupantes son magos  y hadas que iban juntos de vacaciones
*- Y entonces como podemos saber?
*- Bueno, hay alguien que lo sabe todo.- dijo el loro.- el gran mago viejo, que no fue en el barco, porque estaba muy cansado,.
*- Pues vamos a buscarle ¿dónde vive?.- preguntó Erlantz
*- Vive en el palacio de Oriente, muy lejos, detrás de las nubes y las tormentas, hay que ir con mucho cuidado, pues los truenos defienden el castillo de los desconocidos.
*- Buaaaaa chaval.- dijo Erlantz- habrá que ir con cuidado.
*- Pero si está tan lejos, ¿Cómo vamos a llegar?, habrá que ir volando
Erlantz miró al loro:
*- Tu has dicho que puedes convertirte en diferentes tipos de aves, ¿te puedes convertir en un águila gigante y llevarnos sobre tus alas?
*- Por supuesto, soy muy fuerte
El loro se convirtió en un águila enorme, enorme y los tres chicos se subieron encima
*- Agarraros bien, que allá vamos!!!
El águila subió alto, muy alto por los cielos, y moviendo sus fuertes alas, avanzó muy muy rápido. Cruzaron nubes blancas, nubes grises y hasta nubes negras, subieron por encima de ellas y volaron sobre las nubes. Los tres amigos se agarraban muy fuerte a las plumas del pájaro y el viento les echaba todo el pelo hacia atrás.
Pronto empezaron a escuchar truenos  y ver resplandores de rayos, se acercaban al palacio. Erlantz y sus amigos empezaron a tener miedo.
*- No temáis.- les dijo el áquila.- al volar por encima de las nubes, estamos volando también por encima de la tormenta. Mirad, allí abajo, donde el cielo aparece ya azul, ¿veis ese enorme palacio de colores?, es el palacio del gran mago viejo y sabio. Vamos a bajar.
El águila puso el pico hacia abajo y a toda velocidad inició el descenso mientras los tres chicos gritaban
*- AAaahhhhh!!!!!
Aterrizaron delante de la puerta del castillo
Salió a recibirles un dragón verde con tres cabezas, era rarísimo porque cada cabeza era de un animal diferente; una de perro,  otra de gato y otra de ratón.
*- Que queréis.- preguntó la cabeza de perro
*- Que queréis, que queréis.- pregunto dos veces la cabeza de gato
*- Que queréis, que queréis, que queréis.- preguntó tres veces  la cabeza de ratón
*- Queremos preguntar algo al gran mago viejo y sabio.- respondió Erlantz
Las tres cabezas hablaron entre ellas, y el perro les dio permiso para entrar
Atravesaron el patio del castillo, y llegaron hasta la entrada, era una puerta muy grande, marrón, con pinchos en la puerta. Cuando llegaron un oso con delantal de cocinero les abrió la puerta, y les llevó subiendo unas gigantes escaleras rojas, hasta la habitación dónde el gran mago viejo y sabio estaba leyendo un libro.
El águila, que se había vuelo a convertir en loro le explicó cómo los magos y hadas habían desaparecido en el barco de vacaciones.
El gran mago viejo y sabio cogió una cazuela con agua, le echó unos polvos rojos, removió bien, y se quedó mirando fijamente. Al cabo de un rato en el agua se vio el barco que navegaba por aguas cubiertas de hielo, mientras sobrevolaban por encima figuras negras sentadas en escobas.
*- Ya veo lo que ha pasado, las brujas del castillo oscuro, se llevan muy mal con los magos y con las hadas buenas, parece que han llevado el barco hasta el polo norte, y le están haciendo patinar por el hielo, para marearles.
*- Tenemos que luchar con las brujas y volver a traer el barco a este mar.- dijo Erlantz.- ¿pero cómo?
*- Es muy difícil ganar a las brujas, hay que cogerles por sorpresa cuando estén dormidas, en ese momento deberéis  quitarles las escobas sin despertarlas y tirarlas al mar, de esta forma les habréís quitado ya la mitad de su fuerza. Luego bajáis a los camarotes y liberáis a los magos que estarán encerrados, y que ya podrán lanzar algún conjuro para echar a las brujas y poder volver.
Los tres amigos volvieron a montar sobre el loro, que para ese viaje se había convertido en un pegaso  un caballo blanco  con grandes alas

No tardaron en ver el barco, las brujas reían y empujaban el barco para que diera vueltas y vueltas patinando sobre el hielo.
Los tres chicos montados en el pegaso esperaron a que las brujas cayeran cansadas y se durmieran. El pegaso se apoyó sobre una nube blanca y esperaron
Al cabo de un buen rato, las brujas se cansaron y quedaron tumbadas sobre el barco dejando las escobas a su lado. En ese momento, el pegaso descendió y sin hacer ningún ruido los tres chicos se bajaron.
Con mucho cuidado y mientras el pegaso vigilaba, fueron cogiendo las escobas y tirándolas al agua y al hielo.
Después , fueron de puntillas a los camarotes y fueron abriendo las puertas para que los magos pudieran salir:
*- Quienes sois?
*- Tu loro.- explicó Erlantz al mago de colorines, vino a pedirnos ayuda para que os buscáramos, y hemos venido a rescataros, hemos quitado las escobas a las brujas, y ahora ya podeis salir
Los magos salieron corriendo, vieron a las brujas durmiendo y cogieron una cuerda, e hicieron un   hechizo para que la cuerda les atara antes de despertarse y no pudieran moverse.
Después uno de los magos cogió el timón del barco y condujo hasta llevar el barco hasta la playa donde vivían los tres amigos. Las brujas gritaban y lloraban, pero nadie les hacía ni caso.

Cuando llegaron los tres amigos se bajaron y el Pegaso se quedó con su amo el mago de colorines., Todos magos  dieron las gracias por su ayuda.a los chicos, y como regalo por su ayuda les regalaron una bola de cristal que podían utilizar para ver al mago de colorines y a su amigo el loro y poder hablar con él a través de la bola siempre que quisieran.

No hay comentarios:

Publicar un comentario