Había una vez tres niños
amigos que vivían en un pueblo donde había grandes montañas y también grandes
playas.
Era verano y ese día les
daban vacaciones. Los tres estaban juntos en la misma clase y salieron
corriendo a celebrarlo, tirándose por la hierba del jardín y tirándo los libros
por el aire.
*- Quedamos esta tarde para
ir a la playa?.- preguntó Erlantz
*- Vale, - dijo Hugo
*- Yo también voy.- se
apuntó Allur
Se fueron a comer
rápidamente, y a Erlantz le esperaba una sorpresa cuando llegó a casa:
*- Hola hijo.- dijo amatxo.-
como has terminado el curso y tus profesores han dicho que has trabajado mucho
y has aprendido un montón, te he comprado un regalito
Erlantz abrió mucho los
ojos:
*- Que es , amatxo, qué es…
Amatxo le dio una cajita
envuelta en papel de regalo, y Erlantz lo abrió rompiendo y tirando el papel
por el suelo. Dentro había…….
*- Alaaaaaaä, es un móvil!.-
es de verdad?.- Erlantz no se lo podía creer
*- Si, es tu móvil, para que
lo lleves siempre contigo y me puedas llamar y te pueda llamar yo a ti. Tiene
también internet , y puedes sacar fotos y videos y enviármelos.
Terminó de comer, cogió una
toalla, un bañador, su nuevo móvil y se fue corriendo a la playa donde ya le
esperaban sus amigos.
*- Hugo, Allur!!.- mirad lo
que me ha regalado mi amatxo
Todos querían tocar el móvil
a la vez, y al final decidieron dejarlo en la orilla y darse un baño
Estaban los tres jugando con
una pelota en el agua, cuando de repente vieron con una gaviota enorme bajaba
en picado hasta donde habían dejado las toallas, y cogía el móvil nuevo con el
pico.
*- Ehhhhhh!!!, suelta eso,
ladrón!!!
Y los tres corrieron por la
arena detrás del ave.
La gaviota siguió volando,
se alejaron mas y mas del sitio donde habían dejado sus cosas, y cuando pasó
detrás de una tronco roto tirando en la orilla, bajó hasta la arena y se quedó
allí esperando con el móvil en la boca.
Los tres chicos corrieron
detrás del tronco, allí les esperaba la gaviota:
*- Hola.- les dijo.- os he
quitado el móvil para que vinierais hasta aquí y poder hablar con vosotros.
Los tres amigos se quedaron
con la boca abierta, la gaviota estaba hablando!.
*- Quien eres?
El pico de la gaviota se
dobló hacia delante, el cuerpo engordó y le cambiaron los colores de las
plumas, se había convertido en un loro.
*- Me llamo Pipo, en
realidad soy un loro, pero puedo convertirme en el ave que yo quiera, puedo ser
un águila, un periquito, una golondrina, o un halcón. Mi dueño es un mago muy
poderoso, el mago de los colorines, y me
concedió ese poder.
Os he robado el móvil porque
necesitaba que me siguierais para pediros que me ayudéis a buscarle.
*- Buscar a un mago?
*- Si, se fue de vacaciones
en un barco que desapareció en el mar
*- Pero si tu no lo has
encontrado, ¿Cómo vamos a poder ayudarte nosotros que somos niños?
*- Porque los niños
pequeños, muchas veces tienen grandes ideas
*- Podemos preguntar a
amatxo si ha oído algo de un barco desaparecido, se puede mirar en internet.-
propuso Erlantz
*- No creo que sepa nada.-
dijo el loro.- es que se trataba de un barco
mágico, todos los ocupantes son magos
y hadas que iban juntos de vacaciones
*- Y entonces como podemos
saber?
*- Bueno, hay alguien que lo
sabe todo.- dijo el loro.- el gran mago viejo, que no fue en el barco, porque
estaba muy cansado,.
*- Pues vamos a buscarle
¿dónde vive?.- preguntó Erlantz
*- Vive en el palacio de
Oriente, muy lejos, detrás de las nubes y las tormentas, hay que ir con mucho
cuidado, pues los truenos defienden el castillo de los desconocidos.
*- Buaaaaa chaval.- dijo
Erlantz- habrá que ir con cuidado.
*- Pero si está tan lejos,
¿Cómo vamos a llegar?, habrá que ir volando
Erlantz miró al loro:
*- Tu has dicho que puedes
convertirte en diferentes tipos de aves, ¿te puedes convertir en un águila
gigante y llevarnos sobre tus alas?
*- Por supuesto, soy muy
fuerte
El loro se convirtió en un
águila enorme, enorme y los tres chicos se subieron encima
*- Agarraros bien, que allá
vamos!!!
El águila subió alto, muy
alto por los cielos, y moviendo sus fuertes alas, avanzó muy muy rápido.
Cruzaron nubes blancas, nubes grises y hasta nubes negras, subieron por encima
de ellas y volaron sobre las nubes. Los tres amigos se agarraban muy fuerte a
las plumas del pájaro y el viento les echaba todo el pelo hacia atrás.
Pronto empezaron a escuchar
truenos y ver resplandores de rayos, se
acercaban al palacio. Erlantz y sus amigos empezaron a tener miedo.
*- No temáis.- les dijo el
áquila.- al volar por encima de las nubes, estamos volando también por encima
de la tormenta. Mirad, allí abajo, donde el cielo aparece ya azul, ¿veis ese
enorme palacio de colores?, es el palacio del gran mago viejo y sabio. Vamos a
bajar.
El águila puso el pico hacia
abajo y a toda velocidad inició el descenso mientras los tres chicos gritaban
*- AAaahhhhh!!!!!
Aterrizaron delante de la
puerta del castillo
Salió a recibirles un dragón
verde con tres cabezas, era rarísimo porque cada cabeza era de un animal
diferente; una de perro, otra de gato y
otra de ratón.
*- Que queréis.- preguntó la
cabeza de perro
*- Que queréis, que
queréis.- pregunto dos veces la cabeza de gato
*- Que queréis, que queréis,
que queréis.- preguntó tres veces la
cabeza de ratón
*- Queremos preguntar algo
al gran mago viejo y sabio.- respondió Erlantz
Las tres cabezas hablaron
entre ellas, y el perro les dio permiso para entrar
Atravesaron el patio del
castillo, y llegaron hasta la entrada, era una puerta muy grande, marrón, con
pinchos en la puerta. Cuando llegaron un oso con delantal de cocinero les abrió
la puerta, y les llevó subiendo unas gigantes escaleras rojas, hasta la
habitación dónde el gran mago viejo y sabio estaba leyendo un libro.
El águila, que se había
vuelo a convertir en loro le explicó cómo los magos y hadas habían desaparecido
en el barco de vacaciones.
El gran mago viejo y sabio
cogió una cazuela con agua, le echó unos polvos rojos, removió bien, y se quedó
mirando fijamente. Al cabo de un rato en el agua se vio el barco que navegaba
por aguas cubiertas de hielo, mientras sobrevolaban por encima figuras negras
sentadas en escobas.
*- Ya veo lo que ha pasado,
las brujas del castillo oscuro, se llevan muy mal con los magos y con las hadas
buenas, parece que han llevado el barco hasta el polo norte, y le están
haciendo patinar por el hielo, para marearles.
*- Tenemos que luchar con
las brujas y volver a traer el barco a este mar.- dijo Erlantz.- ¿pero cómo?
*- Es muy difícil ganar a
las brujas, hay que cogerles por sorpresa cuando estén dormidas, en ese momento
deberéis quitarles las escobas sin
despertarlas y tirarlas al mar, de esta forma les habréís quitado ya la mitad
de su fuerza. Luego bajáis a los camarotes y liberáis a los magos que estarán
encerrados, y que ya podrán lanzar algún conjuro para echar a las brujas y
poder volver.
Los tres amigos volvieron a
montar sobre el loro, que para ese viaje se había convertido en un pegaso un caballo blanco con grandes alas
No tardaron en ver el barco,
las brujas reían y empujaban el barco para que diera vueltas y vueltas
patinando sobre el hielo.
Los tres chicos montados en
el pegaso esperaron a que las brujas cayeran cansadas y se durmieran. El pegaso
se apoyó sobre una nube blanca y esperaron
Al cabo de un buen rato, las
brujas se cansaron y quedaron tumbadas sobre el barco dejando las escobas a su
lado. En ese momento, el pegaso descendió y sin hacer ningún ruido los tres
chicos se bajaron.
Con mucho cuidado y mientras
el pegaso vigilaba, fueron cogiendo las escobas y tirándolas al agua y al
hielo.
Después , fueron de
puntillas a los camarotes y fueron abriendo las puertas para que los magos
pudieran salir:
*- Quienes sois?
*- Tu loro.- explicó Erlantz
al mago de colorines, vino a pedirnos ayuda para que os buscáramos, y hemos
venido a rescataros, hemos quitado las escobas a las brujas, y ahora ya podeis
salir
Los magos salieron
corriendo, vieron a las brujas durmiendo y cogieron una cuerda, e hicieron
un hechizo para que la cuerda les atara
antes de despertarse y no pudieran moverse.
Después uno de los magos
cogió el timón del barco y condujo hasta llevar el barco hasta la playa donde
vivían los tres amigos. Las brujas gritaban y lloraban, pero nadie les hacía ni
caso.
Cuando llegaron los tres
amigos se bajaron y el Pegaso se quedó con su amo el mago de colorines., Todos
magos dieron las gracias por su ayuda.a
los chicos, y como regalo por su ayuda les regalaron una bola de cristal que
podían utilizar para ver al mago de colorines y a su amigo el loro y poder
hablar con él a través de la bola siempre que quisieran.
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