jueves, 19 de mayo de 2016

EL PULPO QUE QUERIA ROBAR EL TESORA PIRATA

Había una vez, un barco sumergido en el fondo del mar. Ese barco, fue hace muchos años un barco pirata, que navegaba por todos los mares, abordando a otros barcos y robándoles todos sus tesoros. Pero un día hubo en el mar una gran tempestad, llovía muchísimo, las olas eran enormes y subían por encima del barco, y rayos y truenos caían por todas partes. El barco no pudo luchar con la tempestad, se golpeó contra las rocas que rodeaban una isla y se hundió. Los piratas consiguieron llegar nadando hasta la orilla de la playa y se quedaron a vivir en la isla.
El barco hundido se había convertido en la vivienda de muchos animalitos que habitaban en la zona. En la proa, la parte delantera del barco, se habían instalado un grupo muy grande de carramarros, eran 12 carramarros. En la parte trasera del barco, la popa, habían decidido quedarse a vivir, muchas caracolas que antes solían andar por el fondo del mar , y había animalitos que querían quitarles su casita. Dentro del barco estaban en un lugar seguro.
Las estrellitas de mar estaban en la parte central del barco, en medio, junto al mástil, y un montón de peces diferentes de todos los tamaños y colores, nadaban alrededor jugando al escondite, entre tantos sitios como había en el barco para poder esconderse.
En el barco había algo que los piratas se habían olvidado de coger cuando se fueron a la isla, estaba en el camarote del capitán, escondido debajo de la cama, sabéis lo que era?........, si el tesoro pirata que todos los barcos piratas llevan. Era un cofre lleno de monedas  de oro, y otro cofre lleno de joyas.
Los animalitos no hacían ni caso al cofre con las monedas de oro, pero si que solían jugar con las joyas. Las caracolas se ponían las pulseras alrededor de sus casitas, y los carramarros jugaban a tirar los anillos como si fueran aros.
Hasta la morena se acercaba a probarse los collares, sin intentar comerse a ningún pececillo.
Un día que estaban todos jugando y riendo con las joyas, vieron aparecer algo que parecía un extraño pez que se acercaba a ellos. Cuando se acercó se pudieron fijar mejor, y vieron que se trataba de un pulpo gigante. Todos los animalitos se asustaron mucho y corrieron cada uno de ellos a la parte del barco donde tenían su casita.

El pulpo bajó las patas y se apoyó en el suelo al lado del cofre de las joyas, empezó a sacar todos los anillos y se fue poniendo dos en cada una de sus patas y luego se puso tres collares alrededor de la cabeza.
Un pececillo de color amarillo y  azul, pensando que el pulpo quería jugar con ellos, se acercó alegremente hasta él, pero antes de que pudiera decir nada, el pulpo levantó una de sus patas, y con un rápido movimiento se lo llevó a la boca y se lo comió.
Todos los animalitos empezaron a temblar de miedo:
*- A ver si se va.- pensó el carramarro mayor de todos, el que tenía una manchita negra en el centro de la espalda.
Pero el pulpo no se fue sino que se dedicó a investigar por todo el barco, iba entrando a todas las habitaciones, le estaba gustando mucho. ¿habría algún otro animalito para comer ¿Por qué no había visto ninguno? Se puso a buscar por todas partes, podía olerlos!!
Se dirigió hacia la zona de proa, donde se habían escondido los carramarros, ellos que estaban escondidos detrás de una puerta fueron andando hacia atrás muiy despacito para que no le soyera. El pulpo gigante pasó por dlante de la puerta y siguió adelante. De repente vio algo que se movía, parecía un rabito, o una cola de algún pez , se agachó y tomando impulso dio un gran salto  sobre la cola que se movía rápidamente, pero….. que sorpresa mas desagradable, si no era un pececillo,… era…. La morena!!!
*- Qué estás haciendo? Es que no sabes quien soy?
El pulpo la miró asustado
*- Eh!, perdona, me he confundido!
Sin embargo la morena estaba muy, muy enfadada, levantó la cola y le pegó con  ella, zis, zas!!
El pulpo se fue corriendo hacia el otro lado del barco, iba tan rápido que se le iban cayendo las joyas, pero no le importaba era mejor alejarse de esa morena tan  enfadada.
Cuando llegó a la zona delantera se puso a buscar otra vez, seguro que encontraba algún pez por esa zona. Los carramarros le vieron y escondiéndose dieron la vuelta por detrás de él colocándose a su espalda, antes de que se diera cuenta, un carramarro fue a cada una de sus patas y le pellizcó con sus pinzas.
*- Ayayayayayyay!!, pero que es esto,? Dejádme en paz!!
Empezó a sacudirse todas las patas, los tentáculos , hasta que los carramarros se soltaron y salió huyendo cojeando con las 8 patas hasta el centro del barco.
*- Igual es mejor que no busque comida aquí, pensó el pulpo.- parece un lugar peligroso
Se dirigió despacito hacia el borde de la nave para bajarse con cuidado porque le dolían las plantas de los pies de los pinchazos que le habían dado los carramarros.
Se agarró a la escalerilla para empezar a bajar , cuando pisó algo redondo sobre lo que rodó, intentó mantener el equilibrio pero no pudo …y… cayó de cabeza al suelo. Eran las caracolas, que se habían puesto en medio para que las pisara y se cayera.
*- Uuuuyyyy, uuuuyyyy. Que daño, ¿pero que pasa aquí?
Antes de que pudiera levantarse, las estrellitas se tiraron desde el barco encima de su cabeza,  pinchándoles con la puntita de sus brazos.
-          Socorro, socorro,. Este barco está maldito!! , seguro que alguna bruja malvada lo ha embrujado.
Tiró todas las joyas que le quedaban puestas y salió corriendo moviendo todas sus patas a la vez, a toda velocidad

Todos los animalitos salieron riéndose de su escondite, recogieron el tesoro  que había tirado por el suelo el pulpo y lo volvieron a guardar en el cofre. Todos se habían puesto un sombrero con la insignia pirata, porque ellos eran los verdaderos piratas


Y colorín colorado, este cuento se ha acabado

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