Había una vez en una selva muy lejana, y muy verde, por
donde corría un río y los árboles eran muy altos y muy grandes, vivían muchos
animales salvajes, vivían monos y gorilas en los árboles, elefantes por las
zonas donde apenas había árboles, hipopótamos cerca del lago, tigres y leones
que andaban de un lado a otro por toda la selva…
Ninguna persona conocía esa selva, de esa forma, estaban
todos a salvo de cazadores y de otros que quisieran capturarles.
Un día uno de los monos llegó corriendo donde estaban
descansando todos los demás:
*- Escuchadme, he visto algo!!
Todos se acercaron corriendo donde el monito
*- ¿Qué pasa?, ¿Qué pasa?
*- En la zona sur, por donde está el lago, he visto
hombres a caballo que vienen hacia aquí!
*- ¿Eran cazadores? ¿Cuántos son?
*- Creo que no, yo no he visto armas. Son 4 caballos y 4
personas y llevan muchas bolsas
*- Debemos espiarles para saber que se proponen
*- Si, pero primero hemos de avisar al resto de los
animales para que también lo sepan. Creo
que será mejor convocar una asamblea de la selva.
Todos murmuraron, aquello era algo muy importante!
El mono más ágil, cogió un cuerno y trepo hasta lo alto
de un árbol, empezó a soplar, los gritos que todos los animales de la selva
sabían que era una llamada de reunión.
Poco a poco fueron llegando todos, los ciervos fueron los
primeros y se colocaron al lado del gran árbol, a su lado fueron colocándose por
orden de llegada ; los rinocerontes, los leones y los tigres, las jirafas, los
osos, y los últimos en llegar fueron los mas lentos, los hipopótamos y las
tortugas.
El gorila mas mayor se puso en el centro del círculo y
explicó lo que estaba pasando. Todos pusieron cara de preocupación.
*- Vamos a espiarles para saber cuáles son sus
intenciones.- dijo.- pero debéis estar todos alerta, esperando nuestras
noticias para saber si es necesario trazar un plan.
Todos estuvieron de acuerdo y los monos se dirigieron
hacia los intrusos saltando de árbol en árbol y procurando no hacer ruido. Al
cabo de un rato vieron los caballos, descansando atados a un árbol. Los hombres
se encontraban sentados en el suelo comiendo bocatas y hablando. Los monos se
acercaron a escuchar que es lo que decían. Delante de ellos tenían extendido un
gran plano de la selva.
*- Yo creo que está por aquí.- dijo uno de ellos que
llevaba un gran sobrero blanco, señalando un punto en el plano
El mono se acercó todo lo que pudo desde lo alto del
árbol para intentar ver qué es lo que estaba señalando, y vio cómo el dedo del
señor estaba encima del dibujo de la zona de reunión de los animales.
*- Tendremos que excavar mucho?- preguntó uno que tenía
barba
*- No creo, la cueva tiene algunos agujeros en el techo
por donde entra la luz, y hace brillar el oro
*- Dormimos aquí y seguimos mañana?
Los 4 hombres empezaron a levantar pequeñas tiendas de camping
donde pasar la noche, mientras los monos echaron a correr saltando por los árboles
como si volaran, para llegar a la zona de reuniones y contar al resto de los animales
lo que habían visto y oído.
Todos escucharon con atención, aquellos hombres buscaban
algo de la selva!!!
*- Parecía.- explicó el mono.- que estuvieran buscando
una cueva aquí en esta zona de reuniones, y decían que hay oro!!
*- Yo no he visto nunca aquí, ninguna cueva,
*- yo tampoco;
*- ni yo!!
*- Pues hemos de buscarla, esos hombres no deben
encontrarla primero, porque después de ellos vendrían muchos mas y nuestra
selva se llenaría de personas que no nos dejarían vivir en paz.
Todos empezaron a dar vueltas alrededor de la zona de
reuniones buscando la cueva
Los osos treparon por las rocas más altas, pero solo
vieron cuevas pequeñitas, las jirafas apartaron las ramas de los árboles pero
tampoco encontraron nada.
Los elefantes con sus trompas, empezaron a mover todas
las rocas que había en el suelo y que no eran demasiado grandes, hasta que
detrás de una de ellas apareció la entrada a la cueva
*- Mirad!, Venid aquí!!.- llamaron muy nerviosos
*- Bbbsssss!!!! Que habéis encontrado?.- preguntaron las
2 serpientes que habían estado buscando entre las plantas del río
El gorila mayor cogió una antorcha y entró despacio, le siguieron un
oso y un tigre. Los demás se quedaron vigilando en la entrada que no llegara
nadie
Al poco tiempo vieron cómo relucían las paredes, era oro,
trozos de oro entre las paredes de la cueva, era una mina de oro. Enseguida
comprendieron lo que iba a pasar, los hombres llegarían con picos y palas, e
intentarían arrancar todo el oro posible de la cueva.
*- Tenemos que ocultar esta cueva, para que no se llene
nuestra selva de hombres que destrozarían todo
*- Si, si vienen romperán los árboles, tirarán basuras al
río, y nos harán daño
Decidieron entre todos que debían tapar la entrada de la
cueva, tan bien, tan bien, que nadie nunca pudiera encontrarla. Para eso era
necesario el trabajo en equipo
Los osos subieron a lo alto de las rocas y empezaron a
tirar piedras lo mas grandes posibles abajo, donde estaban los demás animales,
los elefantes cogieron las piedras y las pusieron todas en la entrada de la
cueva para que no se pudiera entrar.
Las avestruces fueron llevando sacos de tierra, que con
ayuda de las jirafas echaban encima de las rocas.
Las serpientes y las culebras arrastraron plantas
venenosas que ellas conocían, y que si alguien las tocaba se llenaba de granos
y se quemaba.
Y por último los tigres y los leones fueron excavando delante
un gran agujero, que los elefantes se encargaron de llenar de agua, como si
fuera un lago, para que fuera imposible acercarse a la cueva.
Los animalitos salvajes quedaron muy satisfechos, seguro
que nadie era capaz de encontrarla.
Y así fue, los hombres llegaron a la zona de reunión
mientras los animalitos pastaban tranquilamente observándoles, y se reían en
bajito viendo como eran incapaces de encontrar la cueva, hasta que al fin aburridos
ya, se fueron , y nunca mas volvieron
Los animalitos fueron mas listos y trabajando todos
juntos consiguieron su objetivo; que nadie fiera a estropear su selva
Y colorin colorado, este cuento se ha acabado
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